¡Los espacios educativos educan!
Sí, sí, el diseño del espacio, la organización y los materiales son factores clave para favorecer el sentido educativo de lo que pasa dentro.
A la hora de diseñar espacios educativos debemos tener en cuenta el espacio interior y exterior, desde una perspectiva holística que tiene en cuenta todas las dimensiones y las necesidades del niño o niña, especialmente en la etapa de la pequeña infància, de los 0 a los 6 años, pero también a lo largo de todas las etapas de la infancia y la adolescencia. El espacio puede convertirse en un buen acompañante del proceso de desarrollo de los niños/as si está planificado con fines educativos. Deben ser espacios que propicien movimiento y el juego libre, para aprender y disfrutar.
LA IMPORTANCIA DE LOS ESPACIOS EDUCATIVOS
Los espacios educativos no son sólo las aulas de las escoles bressol, las escuelas de primaria o los institutos, sino también las salas de los esplais, las zonas exteriores de recreo, los espacios familiares, o la zona de juego que tengamos habilitada en casa. Es importante que estos espacios estén diseñados con coherencia para que se conviertan en un aliado para el desarrollo del niño/a.
Y es que nos sumamos a la idea del espacio como tercer educador que defendía Gandini, que siguiendo la filosofía de las escuelas de Reggio Emilia, el espacio formaba equipo con las dos educadoras que acompañan a los niños y niñas en el aula. El diseño y el uso del espacio promueve relaciones, comunicaciones y encuentros, y es por este motivo que es un factor más que se suma al equipo educativo.
Los espacios deben estar diseñados con una intencionalidad educativa, con el objetivo que los niños, niñas y familias puedan desarrollar sus capacidades afectivas, cognitivas y de relación. De esta manera, los espacios, tanto interiores como al aire libre, están pensados para generar un entorno físico seguro y acogedor, y una atmósfera cálida y alegre.
Tener espacios exteriores también es muy importante. Lugares como el patio o el jardín de la escuela o el esplai son clave para el desarrollo del niño/a, y es por eso que es necesario asegurar una vegetación adaptada a la climatología, diferentes superficies, estructuras para favorecer la psicomotricidad y el juego en movimiento, espacios de sombra, etc. Quizás nos puede parecer que los espacios exteriores nos vienen dados, pero es importante adecuarlos a las diferentes etapas evolutivas y necesidades de los niños/as que jugarán. En los siguientes artículos puedes encontrar inspiración para hacer, planificar y diseñar espacios educativos exteriores como los patios de las escuelas:
Cómo hacer más natural y educativo el patio de la escuela
9 pilares del potencial educativo del juego en el patio de la escuela
EL DISEÑO DE LOS ESPACIOS EDUCATIVOS
A la hora de diseñar los espacios educativos, hay que tener en cuenta cómo es el espacio interior y exterior, y no sólo eso, sino que tal y como señala Teresa Carrera, arquitecta especializada en neurociencia y espacios educativos, hay que tener en cuenta las aportaciones de la neuroeducación para hacer un diseño desde una perspectiva holística.
Lewin comentaba que cada espacio interior o exterior debe pensarse, diseñarse y organizarse siguiendo dos fundamentos básicos estéticos, el orden y la belleza. La experiencia nos ha llevado a concluir que la organización y diseño de los espacios es vital para que los niños/as, las familias y el equipo que trabajan en ellos se sientan a gusto. Un ambiente acogedor y tranquilo ofrece un contexto de vida bonito, estimado, articulado y personalizado.
Estos espacios deben estar diseñados para que promuevan la autonomía, la creatividad, el movimiento libre, las relaciones con los materiales y con el resto de personas y como consecuencia unos aprendizajes significativos para los niños y niñas. Es por ello que proponemos organizar los espacios en rincones de juego de esta manera los niños/as tienen a su alcance los diferentes materiales y juguetes que los acompañarán en el desarrollo de sus habilidades.
Te proponemos también la lectura de este artículo donde explicamos cómo favorecer el juego libre a través del espacio:
PROPUESTAS DE LA NEUROEDUCACIÓN PARA LOS ESPACIOS
La neuroeducación es aquella disciplina que relaciona el proceso de aprendizaje con el funcionamiento del cerebro. Según la neuroeducación, hay muchas acciones y recursos que se pueden utilizar para mejorar la experiencia de juego y desarrollo del niño/a. Aquí te ofrecemos una pequeña selección.
- Fomentar la neuroplasticidad (utilizando diferentes y diversas texturas, colores, formas y espacios variables)
- Incorporar y ampliar materiales de madera y materiales naturales
- Planificar diferentes zonas sónicas (uso de absorbentes acústicos para fomentar el silencio, espacios con música para bailar…)
- Espacios libres de zapatos (definir espacios interiores y exteriores donde poder ir descalzas con diferentes superficies: arena, sablón, césped…)
- Zonas generadoras de juego y movimiento corporal (espacios para correr, saltar, gritar…)
- Prever zonas con luz natural y sol tanto en el interior como en el exterior
- Espacios de creación artística (murales, esculturas, soportes, pizarras…)
- Espacios cromáticos delimitados (colores naturales predominantes y algún punto de impacto con color para provocar emociones diversas)
- Geometría y placer estético (formas simétricas, estética alegre, patrones geométricos…)
En definitiva, tener un espacio cuidado, diseñado y pensado para los pequeños y pequeñas es crucial para su desarrollo. Dejemos que puedan experimentar, descubrir, disfrutar, aprender y evolucionar con todo aquello que tienen en su entorno. Tener un espacio tranquilo y que favorezca el juego libre es clave, y este es un elemento que no podemos dejar de lado. ¡Así que ya lo sabes, si crees que tu espacio no es el más propicio, rediséñalo y haz que los niños y niñas se puedan sentir libres para disfrutar!
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