El enfoque de la educación emocional tanto en el ámbito escolar como en el ámbito del ocio educativo es esencial para el correcto desarrollo de los niños. Tanto en los esplais como en las colonias o en el Tiempo Educativo del Mediodía, debemos poner especial atención en la educación emocional de los niños y jóvenes.
Entrevistamos a la pedagoga y especialista en neuroeducación Anna Forés que nos explica cómo trabajar las emociones con los niños para que tengan herramientas para saber vivir y convivir con ellas. En una época tan imprevisible como la que estamos viviendo, es necesario equipar a los niños y jóvenes con herramientas para la comprensión y gestión emocional que les ayuden a ser más resilientes, a comprenderse mejor a sí mismos y tener relaciones saludables.
«Treballar les emocions amb els infants és donar-los eines per apendre a viure i conviure»
1. ¿Qué entendemos por educación emocional en los niños?
La base de la educación emocional es, justamente, tomar conciencia de nuestras emociones, reconocerlas y ponerle nombre. Se trata de poder hablar de lo que sentimos, de cómo estamos, y cómo podemos regular estas emociones para convivir mejor.
2. ¿A partir de qué edad la podemos trabajar?
Pues lo podemos hacer desde pequeñitos. Fíjate en que cuando los niños más pequeños lloran ya es una expresión de su malestar o su demanda. Lo hacen por su necesidad de comunicarse.
En el momento en que los niños y niñas pueden poner palabras, ya podemos trabajar las emociones de forma indirecta, por ejemplo a través de cuentos: qué les pasa a los personajes, qué creemos que están sintiendo…
De esta forma, poco a poco pueden ganar vocabulario emocional. También podemos explicar que todas las emociones son naturales (la tristeza, el miedo o la alegría…) y ver qué podemos hacer delante de cada una.
3. Hasta hace poco tiempo, decíamos a los niños que no lloraran, que debían reírse. ¿Qué debemos hacer con estas ideas?
Si tenemos ganas de reír tenemos que reír, y si tenemos que llorar, tenemos que llorar. Ésta es la manera de poder sacar esa inquietud, malestar, impotencia o dolor que sentimos.
Por tanto, debemos saber canalizar estas emociones y poder expresarlas de una manera sincera. También es necesario entender por qué nos sentimos así y qué hacemos con estas emociones que están presentes en nuestro día a día.
4. ¿Cómo fomentar la educación emocional en los espacios escolares de ocio?
Las emociones son básicas y primarias, esto significa que están presentes todos los días. Por tanto, podemos trabajar las emociones en la escuela, con las familias, en el ocio…, en cualquier espacio.
Trabajar las emociones significa reconocerlas, ponerle nombre, saber qué está pasando y, después, saberlas canalizar y entender ese estado que está haciendo que nuestra conducta pueda ser más o menos deseada. Todo esto es necesario trabajarlo en todos los espacios para aprender a gestionarlo y poder convivir con los demás.
5. ¿Por qué es importante que los niños y niñas trabajen sus emociones?
Trabajar las emociones con los niños es darles herramientas para aprender a vivir y convivir. Supone ayudarles a tomar conciencia de lo que sentimos y cómo aquello afecta a nuestro comportamiento y nuestro pensamiento.
Y a la inversa, lo que pensamos también puede afectar a nuestras emociones. Por tanto, entender estos círculos es muy positivo porque nos da más control para poder dirigir nuestra vida hacia dónde queremos.
Todo lo que nos ayude a conectar con nuestras emociones y con las de los demás, a través de la empatía o la compasión por sostener los dolores de los demás, también nos ayudará a crecer como sociedad.
Ja veus que les emocions són molt importants pel desenvolupament dels infants.
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