La Convención de los derechos del los niños/as, ratificada en nuestro país el 1990, incorporó el derecho a la participación de los niños y niñas en todos aquellos ámbitos de su vida cotidiana, por esta razón, nuestro modelo de Tiempo Educativo del Mediodía es prioritario el trabajo de la autonomía de los niños/as, ya que promueven los aprendizajes des de la implicación personal, respetando el derecho a la participación y favoreciendo, de esta manera, la adquisición de hábitos de autonomía necesarios en la actividad vinculada al tiempo de la comida.
En los comedores escolares el niño o niña tiene que ser el protagonista: pasar de ser un sujeto pasivo a ser activo, autónomo y participativo; y el educador/a pasa de ser un o una dirigente o asistente, a un facilitador/a que acompaña el proceso de aprendizaje de hábitos sociales y alimentarios.
Los educadores y educadoras motivan la participación para que los niños y niñas puedan co-crear este espacio des de la corresponsabilidad y perciban la comida como un momento agradable de relación y convivencia.
No se trata sólo de servirse solo, o de participar en poner o quitar la mesa, sino que la autonomía puede estar presente en todo momento, impregnándolo todo. El espacio del mediodía es un tiempo idóneo para co-diseñar con los niños y niñas actividades educativas que les motiven y que perciban como propias, para implicarlos y despertar la suficiente motivación, para aprovechar los diferentes intereses y capacidades.
El tiempo del mediodía en la escuela puede dividirse en 4 momentos en los que se trabaja la autonomía personal des de diferentes perspectivas:
- Antes de la comida: ¿qué saben los niños/as sobre los alimentos? ¿Y los menús? Se tiene que poner la mesa…
- Durante la comida: Se sirven solos, se autogestionan lo que comerán y aprenden a ser responsables con su propia alimentación, de la misma manera como aconseja la Agencia de Salud Pública de Cataluña: Acompañar las comidas de los niños y niñas; consejos para comedores escolares y para familias.
- Después de comer: Los niños/as se organizan en grupos y se encargan de quitar la mesa y recoger el espacio del comedor como si estuviesen en su casa, corresponsabilizándose de la cura de los espacios comunes.
- Durante el tiempo libre: los niños y niñas participan de la planificación de las actividades que se realizan durante el tiempo libre, hacen propuestas de manera activa y expresan sus preferencias. Muchas actividades las pueden organizar ellos y ellas mismos de manera autónoma y creativa con el acompañamiento activo de educadores y educadoras.
La creación del Consejo de Niños/as del Comedor puede ser una herramienta de participación muy útil para que los niños y niñas organicen de manera autónoma, hagan propuestas de menús, de actividades y celebraciones que les gustaría hacer. Las propuestas se debaten, se votan y después todo el mundo colabora para poderlo llevar a cabo. Es una manera de entrenarse en la participación activa y la democracia del día a día.
Trabajar la participación activa de los niños y niñas, y, por lo tanto, su autonomía, también en el tiempo del mediodía, implica favorecer el desarrollo de niños y niñas con capacidades para consensuar, decidir, opinar, escoger, imaginar, inventar, etc. En definitiva, supone ayudar a que aprendan que son ciudadanos del presente con capacidad de transformación para la mejora del entorno, del barrio, el municipio y en definitiva de la sociedad.
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