El almuerzo es una de las comidas más importantes del día, que debería aportar el 35% de energía, según la guía La alimentación saludable en la etapa escolar de la Agencia de Salud Pública de Cataluña (2020), por este motivo se debe ir con mucho cuidado a la hora de programar los menús para las niñas y niños.
Además, el 44,51% de los alumnos/as (Infantil y Primaria) del estado español se quedan a comer en la escuela y más del 13% de los y las alumnas de la ESO (según datos del Instituto Nacional de Estadística – 2012), así que, la alimentación saludable en los comedores escolares contribuye al buen estado general de la población.
Una alimentación saludable mantiene el funcionamiento óptimo del organismo, garantizando un crecimiento y desarrollo adecuado y un buen estado fisiológico a lo largo de la vida, reduciendo el riesgo de sufrir enfermedades. Para que se puedan dar estas condiciones, una alimentación saludable tiene que ser suficiente, completa, variada y equilibrada, pero también adaptada a las características individuales, satisfactoria y atractiva, segura, sostenible y asequible. Condiciones que se cumplen en el modelo de alimentación que ofrecemos a los niños y niñas en el Tiempo Educativo del Mediodía o comedor escolar.
La alimentación saludable y equilibrada en el comedor escolar es un derecho fundamental de los niños y niñas Share on X
Hoy os resumimos los 10 principios básicos que debe cumplir el menú escolar para ser saludable.
1. Menús que siguen la alimentación Mediterránea
Tenemos la suerte de vivir en un territorio con una de las dietas más saludables del mundo. Según la ciencia, la dieta mediterránea es un modelo alimentario excelente para la salud porque es variada, basada principalmente en productos frescos, locales y de temporada. La alimentación mediterránea puede ayudar a prevenir la obesidad, enfermedades cardiovasculares, cánceres y depresiones, entre otros problemas de salud.
En Cataluña, la certificación Amed identifica los servicios de alimentación que siguen los criterios de la dieta mediterránea. En nuestro Tiempo Educativo del Mediodía hacemos menús de dieta mediterránea con una mirada de dieta planetaria. ¿No sabes qué es la dieta planetaria? Lee este artículo y descubrirás cómo es esta dieta que es saludable tanto para las personas como para el planeta.
2. Abundancia de productos vegetales
Uno de los pilares de la dieta mediterránea es la abundancia de cereales, verduras, hortalizas, frutas, legumbres y frutos secos como base de las comidas. Los postres deben estar basados en fruta fresca y el segundo plato debe tener como guarnición ensalada. En nuestro Tiempo Educativo del Mediodía servimos fruta de postre cuatro días por semana.
Es importante que las frutas, hortalizas, legumbres y frutos secos sean de temporada y proximidad para poder disfrutar al máximo de sus propiedades nutricionales y evitar incrementar las emisiones de gases de efecto invernadero debidas al transporte. En los siguientes artículos encontrarás recetas y actividades relacionadas con hortalizas de temporada (especialmente pensadas para el paladar infantil):
- Recetas con calabaza
- Recetas con granada
- Recetas con remolacha
- Recetas con brócoli
- Recetas con espinacas
- Recetas con col
Además, favorecemos el consumo de legumbres como fuente de proteína vegetal, ya que aportan muchos beneficios para la salud y su cultivo produce menos emisiones de gases de efecto invernadero y menos consumo de agua que la producción de proteína animal. Lee el artículo «¿Qué sabes de las legumbres?» para descubrir todos los beneficios y ponerte a prueba con un pequeño quizz. Además, en este artículo puedes descubrir 5 recetas deliciosas con legumbres.
3. Se priorizan los cereales integrales
Los cereales integrales son aquellos que no han sido sometidos a un proceso de refinamiento y conservan todas las vitaminas y minerales, así como la fibra presente en las capas exteriores de la vaina del cereal.
De los cereales integrales, debe destacarse el elevado contenido de almidón, proporcionando energía de absorción lenta en el organismo. Además, destacan por su elevado contenido en fibra dietética y su riqueza en vitaminas del grupo B. Por otro lado, si se comparan con los cereales refinados, presentan un mayor contenido en vitamina E y minerales (magnesio, potasio, hierro y calcio). Además, los cereales integrales combinados con las legumbres son una fuente de proteína de alto valor biológico, proporcionando al organismo muchos aminoácidos esenciales (aminoácidos que sólo podemos obtener con la dieta). Es recomendable ir introduciendo el pan integral como acompañamiento en las comidas
Los cereales integrales más habituales son el arroz, el trigo, el centeno y la avena, que han estado fundamentales en la dieta de nuestros antepasados. En nuestros comedores escolares priorizamos los cereales integrales.
4. Se utiliza el aceite de oliva como fuente de grasa principal
El aceite de oliva tiene grandes ventajas para la salud, por esta razón es recomendable usarlo para aliñar y para cocinar. Hasta se ha demostrado que puede prevenir enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer. En nuestras cocinas priorizamos el aceite de oliva para aliñar y cocinar.
5. Alto contenido de pescado en los menús
Tanto el pescado azul como el blanco tienen mucha presencia en la cocina mediterránea. Son alimentos muy saludables; ricos en proteína de alto valor biológico, grasas poliinsaturadas (donde se incluyen los ácidos de omega 3), vitaminas (B, A y D), y minerales (fósforo, yodo, hierro, calcio y selenio).
El menú del comedor y el de casa se deben complementar de manera que el pescado esté presente en 2 o 3 comidas a la semana. Así lo hacemos en el Tiempo Educativo del Mediodía, siempre con pescado de proximidad y temporada, evitando los pescados que provienen de otras zonas del planeta como la panga o la perca del Nilo, la producción de los cuales causa tantos problemas ecológicos devastadores.
6. Poca carne roja y procesada
La OMS, a partir de diversos estudios científicos, considera que diferentes tipos de cáncer podrían estar asociados a un elevado consumo de carne roja (buey, ternera, cerdo, cordero, caballo y cabra) o procesada (las salchichas de frankfurt y sus variantes, el bacon, los embutidos y el jamón, entre otros).
Por lo tanto, se recomienda un consumo ocasional de este tipo de productos, como ya lo establece la nueva pirámide de la alimentación saludable, y formando parte de platos en los que no sean un alimento principal. Nosotros ya hemos reducido la carne roja y procesada de nuestros menús escolares.
7. Se limitan los alimentos procesados, los freídos y la sal
Se han de favorecer alimentos frescos, de temporada y preferiblemente ecológicos para un mayor aprovechamiento de los nutrientes, y la sal debe ser yodada para evitar las carencias en yodo habituales en nuestro territorio. Esto lo hacemos en nuestro Tiempo Educativo del Mediodía.
8. Dieta variada
Procurar que haya buena variedad, tanto de alimentos como de colores y de tipos de preparaciones y presentaciones en el comedor escolar puede favorece el crecimiento y el desarrollo de los niños y niñas, así como el proceso de aprendizaje de hábitos y de diversificación alimentaria, y ayudarlo a identificar la comida y su entorno como un proceso agradable y satisfactorio. Nuestros menús del Tiempo Educativo del Mediodía se basan en una dieta variada y mediterránea y están elaborados y supervisados por el equipo de nutrición y se han revisado en el programa PREME de la Generalitat.
9. Productos lácteos bajos en grasa
El consumo diario de lácteos debe ser preferiblemente en forma de lácteos fermentados (como el yogur) o queso, preferiblemente queso fresco o quesos tiernos, los cuales contienen menos cantidad de grasa. También queremos hacer énfasis en que se debe reducir el consumo de azúcar añadido en el yogur. En nuestros comedores escolares ya hemos eliminado el azúcar de los yogures.
10. Se favorece el consumo de agua
el agua se debería presentar como la principal fuente de hidratación, siendo necesario que los niños y niñas consuman aproximadamente un litro y medio de agua (6-8 vasos).
En contraposición, se debe limitar al máximo aquellas bebidas que presentan una alta concentración en azúcares, pero baja en nutrientes, como es el caso de los refrescos azucarados o los zumos de fruta y batidos industriales.
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