Los niños/as necesitan experimentar con su entorno para poder desarrollar sus capacidades y así crecer como personas. La sociedad en la que vivimos lleva un ritmo muy rápido y cambiante, y por desgracia no ponemos la suficiente atención a las necesidades que tienen los niños y niñas.
La mayoría de la población vive en grandes ciudades, donde el ruido, los estímulos, el tráfico o la contaminación forman parte de su día a día y los condiciona en su desarrollo. Muchos estudios demuestran que la gran mayoría de los niños/as sufren del trastorno por déficit de naturaleza, un concepto planteado por Richard Louv, lo que significa que existe una desconexión entre la persona y la naturaleza, y por consecuencia todos los beneficios que se pueden extraer de ella. La Asociación Española de Pediatría se muestra preocupada por este fenómeno y recomienda a las familias que los niños y niñas estén en contacto con la naturaleza para proteger su salud física y mental.
Echa un vistazo a la entrada 45 cosas que hacer en la naturaleza antes de los 10 años y medio y 8 juegos de exterior para jugar en familia. Encontrarás un montón de ideas para hacer en la naturaleza y así evitar el trastorno por déficit de naturaleza tan habitual actualmente.
En nuestro servicio de bressols de verano, queremos dar continuidad al servicio de escoles bressol durante el verano. ¡Nos gusta poner énfasis en el juego, el agua y la naturaleza! Es la mejor época del año para que los niños y niñas más pequeños puedan experimentar tranquilamente con todos sus elementos naturales. Si quieres saber más sobre las bressols de verano ¡no dudes en contactar con nosotros!
EL CONTACTO CON LA NATURALEZA Y LOS BEBÉS
Durante la pequeña infancia, de 0 a 6 años, es muy importante que los niños/as estén en contacto con la naturaleza para que puedan impregnarse de todos los estímulos que hay a su alrededor, desarrollando así todos y cada uno de los sentidos. El contacto con la naturaleza nos aporta un montón de beneficios, tanto a nivel físico como mental, que nos permite crecer de forma más sana y consciente.
Para los bebés estar en contacto con la naturaleza les permite estimular sus sentidos, creando así conexiones neuronales que les ayuda a aprender e interactuar con ese entorno. La naturaleza nos proporciona muchos recursos para que los más pequeños y pequeñas puedan aprender, y es que sólo tocando el césped o la arena, mirando cómo se mueven las hojas de los árboles o el agua de los ríos, o escuchando el sonido de los pájaros ya pueden aprender un montón de cosas nuevas.
Además, no debemos perder de vista los beneficios a nivel motor que nos puede proporcionar, ¡hacer actividades en la naturaleza no es peligroso para los más pequeños/as! ¿Qué mejor que una excursión por el bosque, una carrera de obstáculos en el parque o correr libremente por el campo?
Parecen elementos muy simples, pero es importante que los tengamos presentes e intentemos que desde pequeños y pequeñas tengan este contacto. Eso sí, es muy importante que siempre se lleven a cabo bajo la supervisión de una persona adulta para evitar posibles riesgos. Tengamos cuidado que no se puedan poner en la boca o tragar algunos elementos, o vigilar posibles heridas.
Intentar que los bebés pasen ratos a diario en contacto con la naturaleza es muy importante. A continuación te presentamos algunos de los beneficios de interactuar con la naturaleza y sus elementos:
- Desarrollo de los sentidos: se trata de un espacio con muchos estímulos que permiten a los bebés poder desarrollar todos los sentidos, tocando, mirando, escuchando… ¡Es un espacio tan mágico que proporciona grandes recursos!
- Mejora de la capacidad respiratoria: el aire contaminado de las ciudades es un claro factor de riesgo en los niños/as, por lo que el contacto con el aire limpio de la naturaleza permitirá a los bebés mejorar su capacidad pulmonar.
- Mejora del sistema inmune: tener más contacto con la naturaleza permite tener más contacto con microbios, lo que es positivo para el sistema inmune de los más pequeños y pequeñas que desarrollarán un sistema más fuerte.
- Ayuda a establecer mejores patrones del sueño: hay estudios que demuestran que la exposición a la luz exterior de los bebés ayudan a conciliar mejor los patrones del sueño.
- Reducción del estrés y ansiedad: este aspecto no sólo afecta a los adultos, sino que la naturaleza puede convertirse en un elemento clave para establecer un espacio de liberación y relajación.
- Libertad de movimientos: independientemente del desarrollo del bebé los movimientos en la naturaleza pueden ser totalmente libres. Pon una manta en el suelo si el niño/a todavía no camina, deja que toquen la arena o el barro, que salten los troncos y pongan los pies en el agua. Todo esto proporcionará una mejora en el desarrollo motor del niño/a que aprenderá a moverse en un espacio amplio y natural.
- Gran variedad de actividades: hay miles de posibilidades de actividades que se pueden realizar en el medio natural, desde observar pájaros o ranas, oler las plantas, identificar hojas, correr por el campo, hacer land art o construir cabañas. ¡Imaginación al poder!
- Descubrir elementos naturales: que los niños/as estén desde pequeños en contacto con la naturaleza les permitirá identificar muchos elementos naturales y asociarlos con aspectos de la vida diaria como son por ejemplo las estaciones del año.
- Favorece el sistema vestibular: es el encargado de mantener el equilibrio y una posición correcta del cuerpo, coordinando nuestros movimientos con todas las partes de nuestro cuerpo. Estar en suelos irregulares, saltando o corriendo permite que el sistema vestibular se desarrolle más fácilmente. El libro Moverse en libertad de Emmi Pikler es un buen recurso para saber más.
- Beneficios para el adulto acompañante: para los niños y niñas es muy beneficioso, pero para las personas adultas que los acompañan también es un momento muy importante, para compartir, para relajarse, para experimentar, para observar cómo los bebés descubren cosas nuevas…
10 ACTIVIDADES PARA QUE LOS BEBÉS EXPERIMENTEN CON LA NATURALEZA
1. JUGAR CON EL BARRO
El barro es un elemento natural que podemos encontrar fácilmente en la naturaleza, sólo necesitamos un poco de arcilla y agua para crear esta masa que permitirá a los más pequeños y pequeñas experimentar con el tacto, las formas, y la imaginación. Aprender experimentado es una de las mejores herramientas educativas que tenemos, además el barro proporciona felicidad, ¿lo sabías? No tienes excusa para dejar que los bebés se ensucien y experimenten.
Hay muchas formas de jugar con el barro: jugar libremente, poner las manos y los pies en los charcos, pintar con el barro, dibujar en él o simplemente hacer bolitas.
2. JUGAR CON EL AGUA
Jugar con el agua ayuda a los más pequeños y pequeñas a desarrollar las percepciones y sensaciones del propio cuerpo frente a este elemento y todas sus posibles formas. Diferenciar cuando una superficie está seca, húmeda, empapada o helada son algunos de los ejemplos. Hay muchas posibles actividades que se pueden realizar con agua, y siempre es necesario ser consciente de la situación de abastecimiento de agua que tengamos en ese momento, también es necesario educar a los pequeños y pequeñas en la responsabilidad.
Monta una mesa sensorial, pon agua en cubos y regaderas, pinta con cubitos de hielo o haz pompas de jabón. Ya ves que hay mil ideas que puedes hacer para pasar ratos refrescantes en los días más calurosos.
3. HACER LAND ART
El Land Art es la actividad de crear obras artísticas únicamente con elementos naturales, una idea ideal para favorecer el contacto con la naturaleza de los niños/as. Se trata de que los niños/as dejen volar su imaginación y que a través de los elementos naturales que haya en el entorno en el que nos encontramos (parque, playa, jardín, bosque…) creen formas artísticas en el suelo.
Podrás ver cómo este rato de juego les lleva a un mundo nuevo, donde la naturaleza es la protagonista y ellos y ellas se convierten en artistas que experimentan con los colores, las formas, las texturas… Es importante que con los niños/as más pequeños controlemos el uso de los materiales para evitar ningún accidente.
4. ESCUCHAR LOS PÁJAROS
A veces en las grandes ciudades es difícil identificar los sonidos de los pájaros, o simplemente con todo el ruido que hay no nos fijamos en ellos. Es por eso que te proponemos que te lleves a los bebés a un ambiente natural donde sepas que podrás oír el canto de los pájaros sin interrupciones. ¡Ver cómo los bebés identifican cuando un pájaro canta es muy emocionante!
Se puede convertir en una actividad tranquila para realizar en la naturaleza. Coge una manta, tumbaros y escuchad los pájaros, también podéis intentar identificar los diferentes tipos. ¡Tienes apps que te pueden ayudar a explicar a los niños y niñas qué pájaro es el que canta!
5. OLER LAS PLANTAS AROMÁTICAS
Hay plantas aromáticas que podemos encontrar todo el año, pero es cuando empieza la primavera y con el buen tiempo que este tipo de plantas están en su momento más espectacular. Te proponemos que vayas al bosque o al campo y que podáis identificar con los bebés diferentes plantas aromáticas.
Sólo con el simple hecho de observarlas, identificar sus colores o partes y sobre todo oliendo su fragancia, crearéis una actividad de experimentación sensorial muy interesante. ¡Ah! Y piensa que también es muy fácil tener plantas aromáticas en casa que los niños/as puedan cuidar y disfrutar, así que no lo pienses dos veces, incluso puedes hacer bolsas aromáticas para tenerlas.
6. JUEGO LIBRE
El juego es un derecho de los niños y niñas, y es que jugar permite experimentar, aprender, equivocarse, desarrollar habilidades… Es la mejor herramienta para los más pequeños/as para crecer y aprender, y es que tienen esta capacidad innata de jugar con cualquier cosa. Basta con ver que cuando están jugando se convierte en un momento de atención plena para ellos/as, a su alrededor no existe nada más. Es aquí cuando los adultos debemos prestar atención y dejar espacios de juego libre.
Estos espacios no dirigidos son muy beneficiosos para su desarrollo, y no debemos tener miedo por si se ensucian o se hacen daño, basta con que estemos allí acompañándolos en este bonito proceso de aprendizaje.
7. CIRCUITO DE TEXTURAS Y DESNIVELES
Tal y como hemos explicado anteriormente, uno de los beneficios del contacto con la naturaleza es el desarrollo del sistema vestibular, y es que tanto si empiezan a gatear como si ya caminan, poder hacerlo por diferentes tipos de tierras, permite a los niños y niñas adquirir nuevas habilidades y mejorar su sistema vestibular.
La naturaleza es un lugar ideal para poder propiciar este desarrollo y por eso te proponemos que hagas un circuito en la naturaleza donde los más pequeños/as puedan experimentar diversos desniveles y texturas. Que caminen por encima de las hojas, que salten un charco, que tengan que pasar por encima de un tronco, o caminar por encima de montañas de arena en la playa se convierte en una gran actividad física que les ayudará a mejorar su desarrollo físico.
8. CUIDAR EL HUERTO O EL JARDÍN
Que los niños/as tengan la oportunidad de saber de dónde salen los alimentos que empiezan a ingerir es muy beneficioso. Es cierto que cada vez tenemos menos posibilidad de tener huerto, y sobre todo si vivimos en ciudades, pero quizás podemos disfrutar de los huertos urbanos o hacer uno en el balcón o patio de casa. Si no sabes cómo hacerlo, aquí encontrarás nuestra guía del huerto!
Es interesante que los bebés puedan empezar a participar en el proceso de plantación y de cuidado del huerto, tocando la tierra, plantando las semillas o el plantel, regando y, si todo va bien, recogiendo sus frutos. Con esta actividad no sólo aprenderán de dónde salen las lechugas, por ejemplo, sino que también podrán experimentar con la tierra o la regadera y empezar a sentir el sentido de la responsabilidad para cuidarlo. Y no sólo un huerto, ¡también podemos plantar flores y cuidarlas!
9. EL JUEGO HEURÍSTICO
A partir de los 12 meses, cuando el niño/a empieza a andar, los niños/as tienen la necesidad de explorar y de mucha curiosidad. El juego heurístico permite que estos descubrimientos tengan lugar. Se trata de proporcionarles elementos naturales que puedan descubrir y a partir de los cuales podrán encontrar relación entre ellos, apilando, poniendo un elemento dentro de otro, clasificando, vaciando… Inconscientemente, trabajarán la psicomotricidad fina, la coordinación, concentración o el orden, entre otros.
Por eso te proponemos que te lleves a la naturaleza algunas cestas o recipientes en los que puedas poner varios elementos naturales como piedras, piñas, conchas, frutos, palos, hojas, etc. A partir de aquí dejemos que sean los niños/as los que experimenten e interactúen con estos elementos como deseen. ¡Verás qué montón de cosas que pueden hacer, siempre bajo la supervisión de los adultos para no correr riesgos!
10. BUSCAR EL TESORO
Te proponemos esta actividad con aquellos niños/as que ya empiezan a andar. ¡Podemos hacer una salida a la naturaleza más mágica planteando que vamos a buscar un tesoro! La idea es que un adulto esconda algún objeto o juguete en la zona que iremos y que los niños/as tengan que buscarlo.
Podremos hacerlo más fácil o más difícil en función del desarrollo de cada niño/a, desde esconderlo bajo una piedra, detrás de un árbol, entre la arena, colgado de un tronco… hay muchas posibilidades que te pueden permitir adaptar este juego a las capacidades de los niños y niñas. Esto les permitirá descubrir y experimentar con la zona donde se encuentran, tocar elementos, levantarlos, observar… ¡Un juego ideal para descubrir y aprender! Aquí encontrarás más ideas de juegos para hacer en familia en el exterior.
¡Ya ves que hay un montón de posibilidades para hacer en la naturaleza con los más pequeños y pequeñas! Dejemos que aprendan en un entorno natural, esto les ayudará a crecer desarrollando los sentidos y sus capacidades.
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